Pregón de Abelardo Gijoneses, sportinguistas, asturianos y forasteros de buen vivir y mejor sentir, recibid el saludo de uno de Pumarín que tiene el placer y el inmenso honor de ser el pregonero de las fiestas de esti Xixón entrañable y folixeru. Vuelvo a este balcón de celebración sportinguista, de orgullosa exaltación gijonesa, donde apenas hace mes y medio que celebramos el ascenso a Primera. Fue una fiesta espontánea y tan radiante como los colores rojiblancos que blasonan cuanto se refiere a Gijón. Los mismos colores que emergieron del Cantábrico para convertirse en la gran enseña sportinguista. Por eso nuestra camiseta sabe a sal, a mar, a esa brisa nordestina que fluye tierra adentro para levantarse en verdor. La brisa que igual recorre de la urbe las calles que del campo sus valles. Es la brisa limpia que jalea la incontenible alegría de los gijoneses, la de la ejemplar Mareona: sensible, fiel y siempre festiva. Nadie sabe vivir el fútbol como ella. La Mareona es grande, muy grande, la mejor afición del mundo: su presencia es un bullicio contagioso allá por donde va. Es el gesto, el sentir futbolístico de Gijón por esencia. Y esto es mucho decir, porque no hay mejor sonrisa que la de los gijoneses, sean de Fano, Porceyo o del Natahoyo, del barrio de La Arena o del Llano.  Esto ye Xixón, el Gijón de los merenderos, el de les comadres y los oricios, el del cachopo y la tonada, el Xixón grandón de la Escalerona, la Iglesiona, El Molinón… Garciona y la Maquinona! El Gijón hospitalario que hace suyos a los forasteros y les entrega las olas que rompen a cachones en los arenales de San Lorenzo. A cachones, claro. En Gijón no pueden ser simples olas. Por eso la semana que hoy arranca es tan grande, es ¡la Semanona Grandona! Pero a todo esto, una acotación entre tanto grandonismo a la gijonesa… No nos vayamos a pasar... Que el ascenso del Sporting no sirva de excusa para que, por inercia, empiece a subir todo. Bueno… Vale para la sidra: 20 céntimos, pero hasta ahí. En cualquier caso, este pregonero proclama que no hay mejor bebida en el mundo, ni ninguna otra más barata que nuestro néctar de los dioses. Nuestra sidra, que ye de restallu. Puxa xixon aupa sporting

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スポルティング・デ・ヒホンのインスタグラム(_realsportingdegijonsad) - 8月8日 07時28分


Pregón de Abelardo
Gijoneses, sportinguistas, asturianos y forasteros de buen vivir y mejor sentir, recibid el saludo de uno de Pumarín que tiene el placer y el inmenso honor de ser el pregonero de las fiestas de esti Xixón entrañable y folixeru.
Vuelvo a este balcón de celebración sportinguista, de orgullosa exaltación gijonesa, donde apenas hace mes y medio que celebramos el ascenso a Primera.
Fue una fiesta espontánea y tan radiante como los colores rojiblancos que blasonan cuanto se refiere a Gijón. Los mismos colores que emergieron del Cantábrico para convertirse en la gran enseña sportinguista.
Por eso nuestra camiseta sabe a sal, a mar, a esa brisa nordestina que fluye tierra adentro para levantarse en verdor. La brisa que igual recorre de la urbe las calles que del campo sus valles.
Es la brisa limpia que jalea la incontenible alegría de los gijoneses, la de la ejemplar Mareona: sensible, fiel y siempre festiva.
Nadie sabe vivir el fútbol como ella. La Mareona es grande, muy grande, la mejor afición del mundo: su presencia es un bullicio contagioso allá por donde va.
Es el gesto, el sentir futbolístico de Gijón por esencia.
Y esto es mucho decir, porque no hay mejor sonrisa que la de los gijoneses, sean de Fano, Porceyo o del Natahoyo, del barrio de La Arena o del Llano. 
Esto ye Xixón, el Gijón de los merenderos, el de les comadres y los oricios, el del cachopo y la tonada, el Xixón grandón de la Escalerona, la Iglesiona, El Molinón… Garciona y la Maquinona!
El Gijón hospitalario que hace suyos a los forasteros y les entrega las olas que rompen a cachones en los arenales de San Lorenzo. A cachones, claro. En Gijón no pueden ser simples olas.
Por eso la semana que hoy arranca es tan grande, es ¡la Semanona Grandona!
Pero a todo esto, una acotación entre tanto grandonismo a la gijonesa… No nos vayamos a pasar... Que el ascenso del Sporting no sirva de excusa para que, por inercia, empiece a subir todo. Bueno… Vale para la sidra: 20 céntimos, pero hasta ahí.
En cualquier caso, este pregonero proclama que no hay mejor bebida en el mundo, ni ninguna otra más barata que nuestro néctar de los dioses. Nuestra sidra, que ye de restallu. Puxa xixon aupa sporting


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2015/8/8

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